El ecosistema interno: explorando el mundo de la microbiota intestinal y la salud

En los últimos años, ha habido un creciente interés en la microbiota, el conjunto de microorganismos que habitan en nuestro cuerpo, y su relación con la salud humana. Se ha descubierto que la microbiota intestinal es esencial para la digestión y la absorción de nutrientes, así como para la prevención de infecciones. Además, se ha demostrado que la salud de la microbiota intestinal está estrechamente relacionada con nuestra propia salud. En este artículo os comentaré la historia de cómo se llegó a su descubrimiento y sobre las últimas investigaciones en este campo.

Descubrimiento de los microorganismos

Hace muchos años, en una época en la que la ciencia aún no había alcanzado los avances tecnológicos de hoy en día, un joven científico llamado Anton van Leeuwenhoek comenzó a experimentar con lentes y microscopios. A pesar de que los instrumentos de la época eran muy rudimentarios en comparación con los de hoy, Van Leeuwenhoek logró fabricar lentes de alta calidad y construir microscopios capaces de ampliar objetos hasta cientos de veces su tamaño real.

Réplica de uno de los microscopios construidos por Leeuwenhoek. A lo largo de su vida llegó a construir casi 500 unidades.
Fuente: http://www.investigacionyciencia.es/files/20567.jpg

Con su nuevo instrumento, van Leeuwenhoek comenzó a estudiar una variedad de muestras, desde las hojas de las plantas hasta la sangre de los animales. Sin embargo, fue en un día de 1674 cuando hizo su descubrimiento más importante. Mientras examinaba una muestra de agua estancada, van Leeuwenhoek observó una gran cantidad de pequeñas criaturas que se movían con rapidez. Se dio cuenta de que estos seres eran demasiado pequeños para ser vistos a simple vista, y dedujo que debían ser microorganismos.

Este descubrimiento revolucionó la ciencia de la época, ya que hasta entonces se creía que todos los seres vivos eran visibles a simple vista. Van Leeuwenhoek fue el primero en describir y dibujar estos organismos, y su trabajo sentó las bases para el estudio de la microbiología.

A medida que la tecnología avanzaba, los científicos comenzaron a descubrir cada vez más tipos de microorganismos, desde bacterias hasta hongos y virus. Estos descubrimientos llevaron a importantes avances en la medicina, la agricultura y otras áreas, y todavía siguen siendo esenciales en la comprensión del mundo que nos rodea.

Microorganismos como transmisor de enfermedades

Después del descubrimiento de los microorganismos por Anton van Leeuwenhoek, los científicos comenzaron a investigar más a fondo estos seres microscópicos y su papel en la vida. Se descubrió que los microorganismos podían ser encontrados en prácticamente todos los ambientes, desde el aire que respiramos hasta el agua que bebemos.

Sin embargo, fue solo en el siglo XIX cuando el químico francés Louis Pasteur (que también era físico y matemático) y el cirujano inglés Joseph Lister comenzaron a investigar el papel de los microorganismos en las enfermedades.

Pasteur y Lister llevaron a cabo experimentos rigurosos para demostrar que las enfermedades eran causadas por microorganismos, y sus descubrimientos revolucionaron la medicina. Pasteur desarrolló técnicas para esterilizar los instrumentos quirúrgicos y los alimentos para evitar la propagación de microorganismos, mientras que Lister introdujo el uso de antisépticos para limpiar las heridas y prevenir las infecciones.

Gracias a estos descubrimientos, las tasas de mortalidad en los hospitales comenzaron a disminuir drásticamente, y las enfermedades infecciosas dejaron de ser una amenaza constante para la humanidad. Sin embargo, los microorganismos también se volvieron más resistentes a los tratamientos debido al uso excesivo de los antibióticos y otros medicamentos, por lo que los científicos siguen investigando nuevos métodos para combatir las infecciones.

Microbiota intestinal

Después de toda esta historia introductoria, vamos a la parte clave del artículo. Algunos científicos descubrieron que los microorganismos no solo tienen un papel en las enfermedades infecciosas sino que también tienen un papel esencial en la vida humana, desde ayudar a digerir los alimentos hasta ayudar a mantener un sistema inmunológico saludable.

La última década ha marcado una explosión de la investigación centrada en los billones de microorganismos autóctonos que residen en el cuerpo humano, y sus interacciones con el huésped. Un ejemplo de esto es la microbiota intestinal, que es el conjunto de microorganismos que viven en el tracto digestivo. Existen otros lugares donde estos diminutos seres habitan, como la boca o la piel.

Se ha descubierto que la composición y abundancia de esta microbiota tiene funciones esenciales para la fisiología del huésped (es decir, nosotros/as), incluido el metabolismo, inmunidad y desarrollo neuronal, mientras que se ha sugerido que los cambios en su configuración o función contribuyen a estados patológicos. A diferencia de nuestros genes (genoma), el microbioma (el genoma de la microbiota) muestra una gran plasticidad y puede adaptarse fácilmente a una gran variedad de estímulos ambientales derivados del huésped (de nosotros/as). De estos factores ambientales, la dieta es un factor determinante de la composición y los genes, así como el uso de antibióticos y otros medicamentos.

Antibióticos y dieta

Los antibióticos son una herramienta esencial para el tratamiento de infecciones bacterianas. Sin embargo, no solo matan a las bacterias causantes de la infección sino también aquellas beneficiosas en nuestra microbiota, lo que puede causar cambios en su composición y diversidad. Además, el uso excesivo de antibióticos también puede contribuir a la resistencia a estos, lo que puede hacer que las infecciones sean más difíciles de tratar en el futuro. Es importante usar los antibióticos solo cuando sean necesarios y siguiendo las indicaciones del médico, y complementar su uso con medidas para proteger y restaurar la salud de la microbiota, como el consumo de alimentos probióticos y prebióticos y una dieta rica en fibra.

La dieta es un factor clave para el mantenimiento de una microbiota determinada. Esto puede lograrse mediante una dieta saludable rica en frutas, verduras, cereales integrales y probióticos, así como mediante el uso moderado de antibióticos y la reducción del estrés.

La investigación continúa en este campo y está permitiendo descubrir cada vez más sobre la relación entre la salud humana y la salud de la microbiota. Los avances en este campo están llevando a una mejor comprensión de cómo cuidar y mantener un estado saludable a través de un determinado estado de nuestra microbiota.

Si quieres saber más sobre el impacto de la microbiota en tu salud te recomiendo que escuches el podcast de La colmena Molecular.

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